La mayoría de las aerolíneas venden más asientos que asientos en el avión. Te explico el interés de overbooking para el pasajero y por qué esta práctica está regulada.
Anticipar asientos liberados
Para cada vuelo, una compañía aérea puede legítimamente esperar que un determinado número de pasajeros que hayan reservado un asiento en el avión:
- cancelar su viaje en el último minuto
- no presentarse al check-in
- extraño su correspondencia…
Si la compañía vende tantos billetes como asientos en el avión, es probable que el avión finalmente despegue con asientos vacíos cuando llegue el día. Mientras tanto, las personas que querían viajar no pudieron reservar plaza, al indicarse que el vuelo estaba lleno, y tuvieron que abandonar su viaje o buscar una solución alternativa.
Con su experiencia, la aerolínea es capaz de predecir el número potencial de reservas que los pasajeros no aceptarán. El overbooking es la práctica comercial de la aerolínea de aceptar más reservas para un vuelo que asientos en el avión según sus previsiones. Al optimizar el llenado del avión, la compañía permite a los pasajeros viajar en un vuelo que de otro modo no habrían podido realizar.
Una práctica de doble filo
Si las expectativas de la compañía resultan erróneas, se produce el efecto contrario: el número de asientos del avión se vuelve insuficiente para transportar a todos los pasajeros, comprometiendo el buen desarrollo de su viaje y exponiéndolos a ciertos inconvenientes.
Por ello existen normas para sancionar a la aerolínea y obligarla a asistir y compensar a los pasajeros a quienes se les niega el embarque en contra de su voluntad.
Se pretende que el importe de la compensación sea lo suficientemente elevado como para disuadir a cualquier empresa que abuse del overbooking para mejorar sus resultados financieros en detrimento de los consumidores.